Este es un espacio destinado a investigar, compartir y analizar la influencia que tuvo el idioma árabe en el español a través de las palabras que este incorporó de aquel, y las historias que se esconden detrás de voces y frases de uso popular, cuyo origen árabe es muchas veces desconocido.


lunes, 8 de febrero de 2010

El componente árabe en el idioma español


La lengua árabe pertenece al conjunto de lenguas semíticas como el hebreo y el arameo.  Se originan en una lengua común de la que se tienen aún pocas certezas, y a la que se denomina PROTOSEMITA.

Por otra parte, el castellano y las demás lenguas romances como el francés, el portugués, etc. tienen un antepasado común: el latin, que a su vez proviene de otra lengua hipotética conocida como INDOEUROPEO.

El hecho de diferir tanto una de otra las convierte en una especie de estructuras impermeables, difícilmente influenciables, a tal punto que dicha influencia sólo pueda apreciarse en aspectos externos, como por ejemplo en el vocabulario.

De la estadía de los árabes en la península ibérica pocos son los elementos que podemos observar directamente en el lenguaje español.

En cuanto a lo fonológico no encontramos sonidos del árabe que hayan sido incoporados, así como tampoco pronunciaciones particulares de ese idioma.  De todos modos resulta interesante comprobar una correspondencia entre el tiempo en que los árabes permanecieron en la península y la proliferación de palabras graves y esdrújulas, y del polisilabismo en el naciente español.

El español tomó del árabe el uso de la "i" final como sufijo, indicando pertenencia u origen (JABALÍ, IRANÍ, YEMENÍ, etc)

En cuanto a lo morfológico es notable la incorporación en la construcción de muchas palabras del único artículo único árabe: AL (a veces encontrado como A) como por ejemplo de AL KÓHOL: ALCOHOL, de AL MOJADDA: ALMOHADA, de AL HÁBAK: ALBAHACA, etc.

La influencia arábiga también la encontramos en el uso de frases y expresiones cotidianas como: Si Dios quiere, Dios mediante, Dios te ampare, Dios te guarde, etc., así como construcciones semánticas con palabras románicas pero que tomaron el significado del uso en la lengua árabe, como hidalgo, casa, infante, plata, etc.

También dejaron su impronta en el uso de lo indefinidos FULANO y MENGANO

La preposición HASTA y sus variantes, y las expresiones OJALÁ, HALA, YA, y GUAY.




1 comentario:

Tony Galán dijo...

¿Guay viene del árabe? ¡Qué curioso! ¿De dónde?

Enhorabuena por el blog, es interesantísimo.

¡Un saludo!