martes, 16 de febrero de 2010
La arabidad cotidiana
Nuestras casas también estaban llenas de palabras árabes. Ubicadas en ciudades o aldeas, levantadas con ladrillos o con adobes, desde sus cimientos daban cuenta de la impronta árabe.
Construidas por las prestas manos de algún albañil recibian al extraño con una imponente aldaba que se batía como llamador.
Al final de un largo zaguán que podía estar adornado con azulejos se desembocaba en uno de los patios, en las noches iluminado por un candil. Desde un punto más elevado, la azotea, se vislumbraba el barrio hasta sus arrabales.
En el patio reinaba indiscutible el monarca de la casa; señorial de boca marmolada o simplemente un pozo cuidado del acecho de alimañas y otras perturbaciones en el que se acumulaba el agua de lluvia para el posterior consumo: el aljibe.
Azucenas y azufaifas, retamas y jazmines, alhelies y azahares perfumando los patios. Alguna ventana en cuyo alfeizar apoyar macetas con geranios y tulipanes. Techos de vigas y alfajías adornados con cenefas de cinc.
En el interior amplias alcobas tapizadas con alfombras y almohadones de lana, seda o algodón. En el cuarto de bordar o simplemente en la sala, las mujeres realizaban alguna tarea, entre agujas y alfileres, enhebrando historias y anhelos. Comedores donde tazas y jarras creadas por un alfarero, sevian la mesa.
Y esas misteriosas cocinas donde se cocian manjares y viandas. En alguna pared colgaba un almanaque. Provenientes de algún cercano almacén el azafrán, azúcar, arroz, las berenjenas y las zanahorias, las acelgas y las alubias, el arrope y el almibar.
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3 comentarios:
Cada día mejor el blog, me voy enterando de nuevas palabras de origen árabe.- CAD
Creo que se le olvida comentar que las inmundicias iban a parar a los albañales
(Del ár. hisp. alballá‘a; literalmente, tragona).
Los albañales, o colectores de los residuos han sido reemplazado por las cloacas y demás instalaciones sanitarias, que en el caso de los edificios de departamentos van disimuladas en las montantes.
En la palabra albañal se esconde el origen de otra palabra "albañil" (ver entrada) del árabe "al banní".
Recordemos que los albañiles eran y son los maestros constructores que levantaban sus edificaciones con ladrillos, primero adobes (at tub) luego cocidos, y que dichos adobes eran obtenidos a partir de la mezcla de tierra, paja y excremento de vacas y caballos, todo esto, regado abundantemente y pisado por animales o personas en grandes pisaderos, también llamados albañales.
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